23 febrero 2010


Estoy llorando de alegría
llorando de placer
estoy inundando cada centímetro de mi cuerpo
con el sentimiento del despertar eterno
cada gota que cae, que parece insignificante
y sin sentido
contiene toda la eternidad en sí


los puntos pertinentes que disipo
que miro desinteresadamente
comienzan a abordarme lento y pausado


me desintoxico
me abro el pecho en dos y me saco el corazón
y así, aún latiendo, te lo entrego para que lo conserves.
Porque me iluminé
porque entendí que nada importa nunca
sino nada más que hacer lo que sentís
y así soy feliz
sin necesidades
ni pensamientos
ni oscuridades que opaquen mi alma
así sin más me desprendo del mal,
del pesar, del sufrimiento--> pensamientos
equívocos que ya no son más míos,
te los devuelvo para que aprendas a transformarlos en paz
y luz

1 comentario:

Alejo Zapico dijo...

esaaaa. que piolisima este textillo.
Bien ahi aris.