sentías el peso del cuerpo inalterable
las cosas ahora eran impensadas
me gusta tu sonrisa
y cuando me mirás y no decís nada
solo sonreís
me gutan las palabras que no decimos
me gustan los gestos que veo a través de tu cortina
y jugamos a adivinar las sombras
y nos tiramos boca arriba
a mirarnos
empezaba a distinguir la línea
el recorrido que hace mi mirada cuando te ve
despegar los momentos ilusorios
y hacerlos reales
vivir eternamente acompañados
vivirnos
vivirte
el despojo de la realidad
inherte ante nosotros
darnos cuenta
que evitamos la realidad
11 octubre 2008
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